“La palabra es el poder que tienes para crear, a través de la palabra es que expresas tu poder creativo. Es a través de la palabra que se manifiesta todo, independientemente del idioma que hables tu intención se manifiesta a través de ella. La palabra no es solo un sonido o un símbolo escrito, la palabra es fuerza, es la potencia que tienes para crear los eventos de tu vida.”

Don Miguel Ruiz, Los cuatro acuerdos

La importancia del lenguaje es innegable. El lenguaje es la base de la comunicación del ser humano, nos permite expresarnos y comprender a los demás; y, dependiendo de cómo lo utilicemos, vamos a construir e interpretar el mundo de manera diferente.


Si atendemos a una definición estricta del término, es un conjunto de sonidos o señales a través de los cuales expresamos lo que pensamos o lo que sentimos. Asimismo, es el estilo de habladuría y escritura de cada persona en particular.


Con el lenguaje no solo transmitimos información. También manejamos una herramienta fundamental para trabajar con las ideas de forma racional, la lógica. Según la tradición clásica, la lógica nos permite trabajar con la verdad. Si partimos de premisas verdaderas, obtendremos conclusiones verdaderas, siempre que empleemos correctamente las operaciones lógicas.

Permitiendo la posibilidad de crear eso que deseamos, desde el primer momento cuando unimos lo que pensamos con lo que deseamos y hacemos a través de las palabras.

¿Quieres utilizar tu lenguaje a favor tuyo y que sea capaz de crear la realidad que deseas?
  1. Acepta e identifica el pensamiento negativo
    Cuando te encuentres pensando alguna de las frases mencionadas anteriormente, o alguna otra que sea negativa, acepta que estás pensando en eso. Date cuenta de que los pensamientos que estás teniendo son negativos y enorgullécete de haberlo identificado.
  2. Evita usar palabras negativas
    Ahora que te das cuenta del pensamiento, elimina de tu vocabulario las palabras “no puedo”, “no sé”, “no, no, no”. Elimina rastro de cualquier palabra u oración que pueda hacerte pensar en negativo.
  3. Enfócate en cambiar tu pensamiento
    Lo más importante es confiar en ti mismo y darte cuenta que sí puedes lograr las cosas que te propones. Muchas veces, tu peor enemigo eres tú, y la única manera de cambiarlo es cambiar tu forma de pensar y de ver las cosas.
  4. Honra y agradece tus oportunidades
    Al ser agradecidos activamos nuestra habilidad de salir de nosotros mismos para ir al encuentro de otros. El agradecimiento es siempre un motivador de buenas acciones. Hay gran reciprocidad en el acto de agradecer.