El aprendizaje es fundamental en la vida porque nos permite obtener conocimientos y habilidades nuevas que nos ayudan a desarrollarnos como personas. Se trata de una experiencia continua que ocurre a lo largo de la vida y se da en todas partes donde nos encontremos, con diferentes formas, que muchas veces no dependen de nosotros ni viene de una forma intencional.

Se puede dar de manera formal, como es en las escuelas y universidades, pero también puede ser informal, cuando aprendemos algo en las situaciones diarias de nuestras vidas, por ejemplo, aprender a cocinar.

No todo lo que hacemos es porque lo aprendimos. Debemos diferenciar entre aprendizaje e instinto. Mientras que el primero implica la adquisición de nuevos conocimientos y habilidades a través de la experiencia y la práctica, lo segundo se refiere a los comportamientos innatos que tenemos como seres humanos, como el instinto de supervivencia o el de protección de nuestros seres queridos.

Hay que valorar el Aprendizaje

La valoración es fundamental para aprovechar al máximo nuestras experiencias de aprendizaje. Podemos valorar lo que aprendemos al meditar sobre esas  experiencias, identificar los conocimientos y habilidades adquiridos, y evaluar cómo nos han ayudado a crecer y desarrollarnos. También podemos valorar el aprendizaje al observar cómo nos ha permitido enfrentar desafíos y superar obstáculos en nuestra vida. Sin embargo, aun sin intención, nos toca aprender cosas negativas, lo cual no implica que por saberlas debamos aplicarlas.

Cuando nos encontramos con experiencias de aprendizaje negativas no debemos desanimarnos, todo lo contrario, hay que agradecer eso porque lo podemos utilizar como oportunidades para aprender y crecer. Podemos reflexionar sobre lo que salió mal, valorar las lecciones aprendidas y utilizar ese conocimiento para evitar cometer los mismos errores en el futuro.

Ayudar a otros con nuestra experiencia es una forma valiosa de contribuir al aprendizaje de los demás, en este caso tanto lo bueno como lo no tan bueno que hemos aprendido nos puede permitir orientar a otros que lo necesiten, por supuesto, respetando también el proceso de aprendizaje que ellos desarrollan y necesitan.

Podemos ayudar a Aprender

Tenemos la oportunidad de compartir nuestras experiencias, conocimientos y consejos con aquellos que puedan beneficiarse. Al hacerlo, ayudamos a los demás a aprender y reforzamos nuestro propio aprendizaje al reflexionar sobre nuestras experiencias y transmitir ese conocimiento.

No hay una forma única de aprender, cada persona puede ser distinta, sin embargo  te quiero compartir algunas  sugerencias para aprender mejor en la vida:

  1. Ten la mente abierta para las nuevas ideas. 
  2. Establece metas claras de lo que quieres aprender para que sea un proceso con sentido, dirección y propósito.
  3. Practica la autodisciplina para comprometerte responsablemente con tu proceso de aprendizaje.
  4. No temas a la crítica, valora los comentarios de personas de confianza para identificar áreas de mejora y fortalezas en tu aprendizaje. 
  5. Aplica  lo aprendido, no lo dejes en lo teórico, ponlo en práctica y si no resulta como, creías práctica más.

 El aprendizaje es un viaje único, continuo y personal, aun cuando pueda parecer que lo compartimos con varias personas; podemos estar viendo lo mismo, pero lo interpretamos cada quien a su manera. 

Aprovecha cada oportunidad para aprender y crecer y cada oportunidad de compartir tus conocimientos y experiencias con los demás, para enriquecerlos también a ellos.